
Los niños con trastornos en el desarrollo del lenguaje, ya sean por causas específicas o por deficiencia motórica, sensorial o psíquica desarrollan el lenguaje de manera diferente y es difícil describir una pauta única ante la diversidad en sus déficits. Podemos encontrar tres grandes grupos de trastornos, aunque es un tema controvertido por los especialistas de la clínica del lenguaje: niños con trastornos específicos del lenguaje (TEL) con distintos grados de afectación; otro gran grupo que presenta lenguaje retrasado junto con otros aspectos del desarrollo comunicativo y social, trastornos generalizados del desarrollo (TGD), o como ya los denomina el DSM-5, trastornos del espectro autista (TEA), y otro gran grupo con trastornos del lenguaje como consecuencia de otros déficits: deficiencia mental, auditiva, parálisis cerebral, lesiones neurológicas, degenerativas… trastornos de base orgánica (TBO).
Podéis ir a la siguiente entrada, sobre la clasificación de los trastornos de la comunicación, para distinguir los tipos de trastornos, según los criterios diagnósticos oficiales.
No poder comunicarse, incide en todas las áreas del desarrollo humano. Imaginemos a un niño en pleno desarrollo, que no se puede comunicar...
Ante la sospecha de que un niño pueda tener algún tipo de trastorno relacionado con la comunicación, es muy importante conocer muy afondo lo que está pasando, sobre todo para que disminuyan poco a poco los miedos de los padres ante lo que esté ocurriendo, o ante lo que puede ocurrir, y que muchos vienen del desconocimiento de lo que pasa.
Normalmente, cuando alguien dice que un niño tiene trastorno del lenguaje, se puede venir a la cabeza que lo que le pasa en que no habla bien. Pero la realidad es otra.
Los trastornos del lenguaje, son trastornos de la comunicación. Y cuando una familia sospecha de que algo está ocurriendo con su hijo, lo mejor es buscar apoyos, hablar con los maestros, empezar a comprender qué está ocurriendo. Para saber reconocer posibles patrones, también hay que estar muy bien informados, y por ello es muy importante la ayuda que se pueda encontrar.
Los primeros apoyos más cercanos los debemos encontrar en la escuela y con su pediatra.
¿Y el niño? ¿cómo se está sintiendo?
Se dice que debemos empoderar a los niños, para que venzan las adversidades, pero de repente se puede encontrar etiquetado como "más lento", "más torpe", "este niño qué tímido es", y en estas circunstancias ¿cómo empoderamos al niño, si nosotros tenemos miedo e inseguridad?
Por eso, encontrar apoyos, recursos, ayuda, comprensión, llevará alivio a las familias y eso será lo que empiece a aliviar al niño también, para empezar a andar un nuevo camino basado en la comprensión, la sinceridad, y el cariño juntos
"SI TE VIERAS CON MIS OJOS...ENTENDERÍAS"
Frida Kahlo
Bibliografía
Peñafiel Puerto M. Indicadores precoces de los
trastornos del lenguaje. En: AEPap (ed.). Curso de
Actualización Pediatría 2017. Madrid: Lúa Ediciones
3.0; 2017. p. 323-36.